domingo, 17 de abril de 2011

AKENATON








La figura de Akhenatón a provocado un verdadero conflicto de opiniones entre los estudiosos. Algunos historiadores le consideran como un hombre sumergido en una espiritualidad desconocida hasta entonces en la Antigüedad, incapaz de resolver los complicados asuntos del Estado, pero creador de un culto monoteísta completamente novedoso. Otros opinan que fue un personaje dominado por la ambición personal, capaz de arrastrar al país al borde del desastre. El objeto de este trabajo es un acercamiento a la figura del "Faraón Hereje" a través de la bibliografía existente, por tanto tendremos en cuenta todas las opiniones.
El contacto personal de Akhenatón con el culto solar se pudo producir desde su infancia, era habitual que los hijos del faraón visitaran al antigua capital Menfis y la cercana Heliópolis, así las divinidades solares, entre las que Atón ocupaba un destacado lugar, estuvo presente en la formación del joven príncipe. Además de este contacto, Akhenatón se desenvolvía en una corte donde sus propios padres y algunos importantes intelectuales como Amenhotep, arquitecto y científico o los también arquitectos Suti Y Hor, fomentaron una apertura teológica que posiblemente estuviera vinculada a intereses políticos, pero que indudablemente contribuyeron a la formación del carácter y pensamiento religioso del futuro faraón.

El comienzo del reinado de Amenofis IV aún encierra numerosas dudas, se ha debatido con gran intensidad la cuestión de si existido un período de corregencia entre padre e hijo. Debemos señalar que la corregencia fue una práctica habitual en Egipto, podemos suponer que cumplía una doble función: un cierto "rodaje" para el futuro soberano y una forma de reafirmar la decisión del faraón sobre su heredero. La opinión más generalizada apunta a la existencia de una corregencia, teoría que parece bastante verosímil si tenemos en cuenta diversas fuentes arqueológicas como la escena grabada en el tercer pilono de Karnac donde podemos ver a Amenofis III junto a la figura de otro rey que aparece en un plano segundario. Algunos historiadores se inclinan a pesar que este período fue corto, la brevedad de la corregencia podría explicar el tono arrogente con el nuevo faraón se dirige a sus vecinos extranjeros, este comportamiento se aprecia en algunas de las cartas de el-Amarna. Esta manera de actuar indican la poca experiencia y juventud del nuevo soberano, también nos habla del carácter de Akhenatón y nos induce a pensar que en su juventud no fue un personaje abocado a la reflexión y la espiritualidad.

La coronación de Amenofis IV es un hecho que empieza a romper tradiciones y marcar un intencionado alejamiento del culto a Amón. Nos referimos al lugar elegido para la coronación, realizada en Hermonthis en lugar de Karnac como era habitual. La ceremonia posiblemente estuvo dirigida por Aanen, hermano de la reina Tiye, sacerdote de Heliópolis.

Las primera empresas constructivas emprendidas por Akhenatón tendrán como objetivo que el dios Atón tenga una mayor presencia en el entorno tebano, así que su intervención en Karnac estará consagrada a glorificar al dios solar, lamentablemente la destrucción sistemática de la obra arquitectónica realizada por Akhenatón en Karnac no permite un análisis mas profundo de la forma en que Akhenatón manifestó su deseo de introducir el culto solar en Tebas y en el propio Karnac. De los cuatro templos solares construidos en Karnac queda muy poco, sin embargo, nos ha llegado, inscrita en los restos de los santuarios, la primera imagen del disco solar extendiendo sus rayos que terminan en pequeñas manos y que será una constante iconográfica en todo el período amarnico. Otro detalle, que consideramos de gran importancia, es que el nombre de Atón aparece dentro de un cartucho, óvalo destinado a resaltar el nombre de los monarcas, de esta forma se asocia al dios con la realeza directamente. Pudo ser el primer paso de Akhenatón de equiparar al faraón con la divinidad solar.











El culto al dios solar Atón está plenamente desarrollado en el cuarto año del reinado de Akhenatón . Karnac acoge el culto a Atón y se multiplican la ofrendas a esta divinidad. Los ritos religiosos a otros dioses siguen realizándose, la postura de Akhenatón no se ha radicalizado, sin embargo, es en este momento cuando el faraón toma una decisión fundamental, es decir, celebrar su primera fiesta sed, ceremonia por la que el faraón era regenerado espiritual y físicamente por la energía de las divinidades. El ritual de la fiesta sed tenía lugar cuando habían transcurrido treinta años de reinado aunque los faraones solían celebrar su fiesta sed antes de este período de regencia. Akhenatón debió "batir un record" ya que la celebración de su sed tuvo lugar tras cuatro años de gobierno, ¿cuál era la intención del faraón? Podemos presuponer que Akhenatón se estaba preparando para llevar a cabo un cambio sustancial en la estructura religiosa, política y social de Egipto y que de alguna manera intentaba legitimar esta postura, así lo indica la decisión de celebrar el ritual de regeneración bajo la protección de Atón en uno de los templos levantados por el faraón en Karnac y dedicado al culto solar.








Algunas de la imágenes que se conservan describiendo la fiesta sed de Amenofis IV muestran a la pareja real, Amenofis y Nefertiti, como encarnación de las divinidades Ra y Hathor. Estas imágenes se han interpretado como el paso previo y decisivo hacia el nuevo orden religioso que impondrá Akhenatón en estrecha colaboración con la esposa principal, la bella Nefertiti, personaje que fue fundamental en el paréntesis histórico que representa el reinado del Faraón Hereje.

Lo que se desprende de la celebración de la fiesta sed de Amenofis IV es la claridad de ideas del faraón en cuanto al futuro de la monarquía y la celeridad con que estaba dispuesto a emprender acciones decisivas para recuperar el papel omnipotente que el faraón de Egipto había tenido en la Antigüedad. La reforma religiosa sería un vehículo ideal, pero desde la profunda convicción teológica que el propio Akhenatón poseía.


ROCIO

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