martes, 12 de abril de 2011

CULTO A LAS PLANTAS DESDE LA ANTIGUEDAD

Cuentan los mitos que el dios Apolo se enamoró perdidamente de la ninfa Dafne. Ésta consagraba su virginidad a la diosa Venus y no deseaba entregarse a ningún hombre, incluido Apolo. Ante sus insistentes persecuciones, decidió pedir amparo a las divinidades. Desde el Olimpo, los dioses escucharon sus súplicas y se apiadaron de la joven. Así, una tarde que Apolo perseguía a su amor por el bosque consiguió acercarse lo suficiente para tocar su piel. Al instante, Dafne se convirtió en un hermoso laurel ante el que Apolo lloró por su amada.

A lo largo de la historia se han creado infinidad de leyendas como ésta dando lugar a ritos de culto a la naturaleza, en los que las plantas representaban seres horribles o deidades. Desde tiempos inmemoriales el hombre ha consagrado su vida a las plantas ya que con ellas se vestía, se alimentaba y decoraba sus hogares.

En la actualidad, muchas de las cualidades sobrenaturales que se asignaban a las plantas siguen vivas. Por ello, muchas especies se consideran sagradas, mágicas, funerarias o incluso eróticas. Hagamos un breve recorrido por la historia para saber más de las maravillas que oculta la naturaleza.


Tradicionalmente los bosques han sido uno de los elementos naturales más legendarios. Desde la Grecia clásica hasta los habitantes de la Galia han encontrado en estos espacios virtudes ocultas y divinidades poderosas.







En Egipto se veneraba a la cebolla, a las legumbres y a la flor de loto. Esta última, desde entonces y hasta nuestros días, se ha considerado una planta mágica que atrae a los guías espirituales y favorece el éxito, por ello en esta antigua civilización representaba a los faraones.

En Europa, los romanos poseían un gran número de divinidades agrícolas como: Semo, Sancus, Saturno, Consus, Ceres y Proserpina. Los mitos cuentan que estas últimas, madre e hija respectivamente, se unen en la primavera haciendo florecer todos los rincones, idea que se mantiene y se celebra desde el siglo V a.C. La rosa, era para los latinos símbolo de luz, amor y placer. En los grandes banquetes, para evitar la embriaguez, los invitados utilizaban coronas de rosas y decoraban su copa con la flor.

En la Galia, se adoraba elmuérdago de los troncos de roble. Los druidas recolectaban estas hierbas para rendirles ceremonia. Además, era uno de los elementos principales de sus pócimas, sobre todo de aquellas que se preparaban para tratar la esterilidad animal y como cura de envenenamientos humanos.


Las tribus de la América Precolombina, acostumbraban a alabar a la naturaleza y le rendían culto mediante la ornamentación de árboles, flores, arbustos y demás plantas con exvotos. Las tribus de Nuevo México, Perú o Nicaragua, por ejemplo, rendían homenajes al maíz y las habichuelas



Magia, Muerte y Erotismo
El culto a la naturaleza, y en especial a las plantas y sus flores, ha derivado en una corriente que concede a las herbáceas propiedades sobrenaturales como puede ser la magia, las relacionadas con el paso de la vida a la muerte, incluso con la sexualidad. De esta forma, todas las plantas existentes tienen asignadas cualidades especiales. Vamos a conocer algunas de ellas.



Dentro de las hierbas a las que se les ha reconocido un vínculo mágico tenemos las siguientes:
Menta: sus flores y hojas se utilizan para la curación de enfermedades, y para la purificación y limpieza del alma. Hierbabuena: es la planta idónea para tratar dolores de cabeza y musculares. Verbena: los celtas le tenían gran aprecio porque resulta un buen remedio para poseer un hogar feliz y protegido contra el mal. Además, se dice que ayuda a abrirse a un nuevo amor. Loto: su gran magnetismo atrae a los guías espirituales y favorece la concentración y la meditación. Protege contra el mal de ojo. Mandrágora: para los druidas galos significaba la curación total. Helecho: de nuevo, los celtas le asignaban propiedades protectoras. Cuenta una leyenda que, durante la noche de San Juan, quien consiga verlo, curará sus problemas de vista.

Los ritos funerarios siempre han estado acompañados de la imagen del ciprés. Por su gran colorido verde y su longevidad se le considera, irónicamente, el 'árbol de la vida'. En Roma, el culto a Plutón, dios de los infiernos, se reflejó en esta planta y fue así como se le dio su significado fúnebre. Para el mundo cristiano evoca la resurrección, la inmortalidad y la angustia, de ahí que lo encontremos plantado en los cementerios y grabado en las piedras de algunas tumbas



También relacionado con la muerte encontramos el culto a la adelfa. Aunque en dosis controladas por especialistas puede curar enfermedades como la sarna, es en realidad una planta muy tóxica. Sólo el olor de sus flores puede provocar un terrible dolor de cabeza y malestar general. Hay que prestar mucha atención a los niños, manteniéndolos alejados de ella.

Por último, también se ha rendido culto y admiración a plantas que brindan amor y sexualidad. Entre los cultivos que poseen propiedades eróticas encontramos el plátano, el regaliz, la ruca, el sauce negro, la trufa, la vainilla, el jazmín o el melocotón, pero destacan sobre todo los siguientes:
Rosas: sobre todo las de color rojo, son símbolo de Venus y establecen el vínculo amoroso. Mandrágora: magos y brujas la han utilizado a lo largo de los siglos en sus pócimas para favorecer la libido y como filtro de fecundidad. Cuentan que cuando se arranca del suelo, la planta emite un grito molesto muy dañino, por eso, durante muchos años se utilizaron perros en su recolección. Valeriana: además de cualidades afrodisíacas, es sedante y calmante. Colocar bajo la almohada una ramita nos traerá un sueño pacífico. Ombligo de Venus: afirmaba Hipócrates que era el mejor remedio para engendrar varones. En España es común encontrarla en Aragón, Galicia y Castilla y León. También se utiliza como diurético, antiséptico y cicatrizante. Orquídea: la flor por excelencia para favorecer las pasiones amorosas. Zanahoria: de siempre se ha conocido su aprovechamiento para la vista, pero además debemos saber que potencia el amor y tonifica la mente.

Aunque con los años las tradiciones se van perdiendo, todavía existen regiones que creen en las propiedades sobrenaturales de la flora y siguen ofreciéndole un culto especial. Pero, no debemos olvidar que, aunque puedan ayudarnos a mejorar nuestra salud, es necesario que consultemos antes con un especialista, ya que, en tratamientos no controlados pueden resultar muy negativas


Rocio

No hay comentarios:

Publicar un comentario